Tener a un niño en el otro lado del mundo es maravilloso
En Junio de 2009 viajó a Papua Nueva Guinea con un equipo de trabajo de la Fundación Juan Bonal.
¿Cuál es la primera impresión que viene a tu mente después de este viaje a Papua?
En principio sentirme una persona privilegiada por la vida que tenemos y después darme cuenta de cómo las Hermanas y la Fundación Juan Bonal están haciendo la labor tan importante gracias a los padrinos y colaboradores y como es tan importante cada una de las piezas para que todo encaje tan bien.
De los proyectos que has visto ¿Cuál es el que más te ha gustado?Me han gustado mucho las dos misiones y aunque todos los proyectos son importantísimos me ha impresionado mucho el tema de mujeres, la formación que se les da y como esto es una herramienta para cambiar la vida de un país.
¿Qué sentimientos afloran cuando se ve la pobreza en la infancia?En principio te sientes impotente. Como que nada puedes hacer pero si lo piensas bien te das cuenta de que puedes hacer mucho. Con los apadrinamientos, con las becas para que puedan estudiar una carrera profesional, y sobre todo que no solo es formación sino que trasciende más allá de la escuela y la alimentación, es una formación integral de la persona. A mí me recuerda mucho cuando era pequeña y pasé hambre y valoras lo que es no tener nada. Pero ahí es justo cuando aparecen esas sonrisas maravillosas de las Hermanas y te recuerdan que hay solución. Recuerdo muchas experiencias que yo viví.
¿Cómo valoras que tres monjas puedan mover una misión en estos sitios tan perdidos?
Son geniales, me parece como si tuvieran una fuerza, un coraje especial. Me ha gustado el tema de los Rascáis, que sean capaces de que chicos de la calle aprendan a formarse, a buscarse la vida, a dar otro rumbo y sentido a sus cosas. Son tres pilares impresionantes: niños, mujeres y jóvenes.
Nos hemos traído varios niños para apadrinar. ¿Cómo venderías un apadrinamiento? ¿Qué argumentos darías para conseguir que alguien se hiciera padrino?
Primero que estos niños necesitan ir a la escuela a aprender para valerse por ellos mismos. Además me gustaría que también se apadrinaran niños más mayores, aquí se necesita, justamente estos jóvenes necesitan que se confíe en ellos, que se les de un futuro. Cuando hablamos de los apadrinamientos pensamos en niños pequeños. Las becas universitarias me gustan mucho. Lo he visto y tiene mucho valor.
Estos niños comen una vez al día y solo boniatos o algo de arroz ¿qué ocurre? ¿Por qué esta diferencia tan grande en este mundo?Porque los hombres somos egoístas, existe la injusticia y existe la globalización. Este desequilibrio entre ricos y pobres se debe a ello. También existe la globalización en sentido positivo y es que vengamos de donde vengamos todos queremos que nos quieran, queremos ser felices, buscamos la felicidad en lo que nos rodea y lo que nos llega desde cualquier sitio.
¿Qué siente una madrina que ha tenido la oportunidad de conocer a sus dos ahijadas?
Responsabilidad. Compromiso y sobre todo es aquello de decir "la familia se amplía". Ahora acabo de hablar con mi hija, le explicaba que tiene una nueva hermana en Papua. No nos quedamos con un mundo reducido, el mundo es más grande y tienes a una persona que piensa en ti.
¿Un momento emotivo?
El más emotivo fue cuando fuimos a hacer las fotos a los niños apadrinados, me parecía una tarde de fiesta, ver las caras de los niños, era la recompensa de poder recoger el fruto de las Hermanas de su trabajo, y después ver la cara de felicidad que transmitían alegría, felicidad. Nosotros estaríamos en un lugar así y estaríamos amargados.
¿Un momento duro?Cuando al bajar del avión en Kumgi vi el semblante de las personas que esperaban. Me recordó como si hubiera bajado a un país en guerra. Sus miradas nos decían algo así como "..que vida nos ha tocado..."
Algo que te gustaría decir:Si, que todo esto funciona porque hay unas Hermanas que están ahí. Muchas veces cuando se habla de cosas religiosas se dice que no y se duda. Verlo en primera persona te hace ver lo importante que es y además que los padrinos son necesarios para seguir adelante.
A la Fundación Juan Bonal le veo un futuro maravilloso. Es sólida, tiene fundamento. Me encantó ver que todo tiene su solidez, su sentido y que existe porque tiene que existir, es bueno y necesario. Gracias por invitarme a esta experiencia con vosotros.
Gracias a ti Asha.
Asha Miró
Escritora