La pintora de la India
Sus lienzos viven dos etapas, una primera dominada por la naturaleza, expresiones florales, marinas y sobre todo el pirineo navarro con el que comienzan sus trabajos después de crear poesía en su adolescencia y una segunda marcada por su primer viaje a la India en el que descubre el interior y la belleza de los intocables, de las gentes del pueblo a pesar de sus miserias. Domina con su expresividad el color, tonos suaves ya que su deseo es manifestar la serenidad eludiendo cualquier componente mas agresiva.
¿Cómo fueron sus comienzos en la pintura?
Pinto desde los 18 años motivada por el pirineo navarro. Hasta entonces había escrito varios poemas inspirada por la propia naturaleza y quería plasmar en el lienzo lo que esta despertaba en mí. Desde el principio he sido autodidacta, he investigado y experimento a diario motivada por mis maestros que han sido Velázquez, Fortuna y Sorolla.
Defina su obra.
Trabajo un arte figurativo aunque muy próximo a la realidad y nada académico. Llevo al lienzo todo lo que me emociona, mis impresiones internas armonizando luz, color, formas, buscando espacio aéreo, modificando dichas formas, los colores o incluso la realidad para dar con ello sentimientos vivos al espectador. La India supuso un momento en mi vida que cambió mi forma de ver el color, abrió nuevos horizontes, que me obligó a evolucionar en mi temática, cambió mi trayectoria profesional.
¿Por qué? ¿A que se debe ese cambio?
En el año 87 hice mi primer viaje a la India como turista, quería ver sus templos, su cultura. Para mi fue una transformación completa, sentí como si hubiera trabajado a oscuras hasta entonces. Los motivos naturales, florales, los paisajes se transformaron en busca de los rostros de sus gentes, mucha miseria pero buscaba en cada trabajo la bondad, su interior. Fue como obtener una luz, algo que me hizo sentir y transformarme, un cambio radical. Desde entonces creo que en el mundo hay dos clases de personas, las que han ido a la India y las que no.
¿Qué busca transmitir con su trabajo?
Me gusta que mi pintura hable por si misma, que transmita sentimientos, para ello investigo el rostros, miradas, formas…. Busco transmitir siempre la belleza. El arte para mi debe ser siempre serenidad, busco mostrar esa sensación de paz, por ello nunca utilizo colores violentos ni fuertes, siempre mezclados. En cada obra intento poner el alma, para mi es lo único que tiene valor.
En sus lienzos sobre la India vemos mucho rostro femenino.
De todo, también venerables ancianos de abultadas barbas grises aunque la mujer india me fascina. No es consciente de la belleza que transmite y quizás si lo fuera perdería el encanto de ser humano que es. La mujer en su pobreza, llena de harapos con su niño en los brazos es inmensamente rica, transmite la maternidad, sus hijos son lo más importante en su vida, no hay nada igual, para ella la familia es sagrada.
¿Ha encontrado fácilmente su inspiración allí?
En mi segundo viaje busqué sus rostros, para mi una fuente continua de inspiración. Pasas la mirada y de pronto algo te llama la atención, a otros no, pero al pintor si. En una ocasión haciendo los trazos, dibujaba a un niño. A 40 grados veía como le caía el sudor por la frente y solo encontré en él sonrisa y una gran belleza interior.
Cuéntenos otra experiencia.
En Deesa dibujaba a un anciano impresionante. Primero le pedí permiso y al comenzar noté en su mirada fija como penetraba en mi alma, era como si me descubriera, tenía en el suelo muñecos con alfileres. Vino una hermana y me dijo que terminara pronto, era un brujo y al parecer de los malos. Me impresionó mucho.
Usted es conocida como la pintora de la India. Pinta a los intocables.
Sus rostros y cuerpos transmiten un destino trágico. Están sometidos a la pobreza y a la explotación social. Es una manifestación contra la explotación del hombre por el hombre, muy difícil de aceptar por no decir inaceptable. Por otro lado el rostro del venerable anciano hindú, o la mirada perdida de una niña llena de profunda bondad, son motivos muy importantes para reflejar en mi vida.
¿Qué recuerdos de allí quiere compartir con nosotros?
Recuerdo que a las noches escribía las vivencias del día bajo una mosquitera y el infatigable ventilador de la misión de “Divya Jyoti”. Recuerdo la ilusión de los niños al recibir una pelota y de las niñas, aquellas que podían, con su muñeca. Aquellas miradas llenas de bondad y sobre todo un día en el que miré a todos los lados, llenos de suciedad en todos los sentidos pero en el que sentí una incomparable felicidad.
Gracias María Luisa.
Buscaremos la forma de incluir su obra en este portal para que muchos padrinos podamos disfrutar de todos sus lienzos y compartir sus sentimientos.
A vosotros por tan magnífica idea.
Barra Nogueras
Pintora