Fundación Juan Bonal entrevista a Beatriz Carvajal
1.-¿Cuál fue su primera experiencia en TV?
625 líneas con José Antonio Plaza es donde yo me di a conocer aunque luego el boom vino de la mano del Un, Dos, Tres, un programa que veían 20 millones de personas. Donde yo empecé a hacer un humor, los personajes esos que me dieron un nombre fue en “Café teatro” y Plaza me llevó a televisión que era donde daba respuestas a un encuestador caracterizando a diferentes señoras.
2.-Cuando veo programas que recuerdan la TV de antes siento que los recursos eran pocos pero tengo la sensación de haber vivido una TV más sana. ¿Comparte usted esta nostalgia conmigo?
Si, era una televisión más formativa e informativa. Ahora de lo que se informa es de cosas que a mi personalmente no me importan. A mi no me importa lo que hace el de al lado, si me importa lo que ocurre en mi país.
Ahora, por ejemplo, no hay programas para niños donde se les ayude a formar, como por ejemplo “Barrio Sésamo”, con aquellas cosas de … “cerca … lejos…”, son cosas que para un niño le valen.
La televisión es un medio que te vende lo que te quieren vender y si te anuncian el detergente pirulo, compras el detergente pirulo y … si te vendieran teatro, te acostumbrarías al teatro, algo mucho más formativo que irle a tirar piedras a no se quien porque ha tenido un lío con no se cuantos …
3.-¿Cuál ha sido el consejo más sabio que ha recibido para hacer TV y de quién?
Comencé en esta profesión gracias a que Antonio Ferrandis me presentó a José Luis Alonso, director del teatro María Guerrero. Yo era una niña y Antonio me dijo; no tengas prisa y ama a esto por encima de todo.
4.-Me interesa su parte más humana. ¿Cómo es Beatriz Carvajal en su hogar, con su familia, con sus amigos…?
Yo me acuesto por la noche y me duermo bastante tranquila de no haber herido a nadie. Creo que soy una persona que si puede echar una mano la hecho y muchas veces sino puedo también.
5.-La suerte de nacer en un país como España nos ha dado oportunidades que otras personas ni siquiera alcanzan a imaginar. ¿Se imagina de actriz principal en un país africano, como Rwanda, Burundi o la R.D. del Congo?
Hace poco lo hablaba con mi gente. Decíamos que hasta para nacer hay que tener suerte. España ahora mismo es un país muy sólido y tenemos una gran suerte de no tenerlo todo hecho, todavía tenemos cosas por las que pelear y muchas otras por hacer. A lo mejor hubiera sido actriz igualmente, la cuestión es cómo.
6.-¿Qué opinión le merece la infancia de esos niños esqueléticos que vemos afectados por hambrunas o enfermedades sin solución, para ellos, como el SIDA?
Creo que individualmente hay mucha gente sensible aunque creo que los países que tienen el poder y la posibilidad, en vez de matarse en hace guerras podían intentar invertir porque además se acabarían los problemas importantes. Si se ayudara de verdad en sus países no tendrían que venir aquí jugándose la vida y veríamos imágenes de países que comienzan a desarrollarse poco a poco. No se pueden gastar esas barbaridades de dinero en armamento y tener países enteros muriéndose de hambre.
7.-Un apadrinamiento resuelve muchas de estas cuestiones. Nuestro objetivo es la escolarización de niños y niñas en los países en desarrollo. Tenemos aproximadamente 350 misiones en el mundo y nuestro eslogan es Ningún niño sin escuela. ¿Qué opinión tiene sobre el concepto de apadrinamiento?
Para mi hay dos cosas importantes. Lo primero es que la gente tiene que comer cada día y lo segundo es que un país con cultura tiene base para el desarrollo. Si un niño no puede comer, no puede ir a la escuela. Lo hacéis muy bien, vuestro apadrinamiento permite que el niño coma y que así tenga fuerzas para ir al colegio.
8.-En esta fecha son aproximadamente 12.600 padrinos los que facilitan este proyecto. ¿Estas personas significan algo especial en un mundo tan alborotado?
Por 125 euros al año me parece que puede haber mucha más gente que quiera colaborar con esta causa tan bonita. Quizás hay veces que nos gastamos esa cantidad en tonterías. Habrá gente que de esa cantidad no pueda desprenderse y sin embargo la dan por un niño, me parece que tienen un mérito extraordinario. Habrá otros casos en los que alguien se justifique… “pero si yo tengo un niño apadrinado…” y sin embargo pueda ayudar a 20 niños. Creo que hay que chillar un poquito más, hacer un poquito más de ruido y que se escuche más vuestra labor.
9.-Imagínate que estamos en nuestra misión de Rwanda ante cien niños y niñas apadrinados en su clase. ¿Qué les dirías?.
Aunque estén apadrinados, seguramente me echaría a llorar.
Les diría que aprovecharan esta oportunidad porque a partir del conocimiento pueden venir otras muchas cosas. Es muy difícil desde una posición normal, donde no pasas penas ni hambres, es muy difícil dar un consejo. Solo decirles que aprovechen muchísimo lo que tienen.
Muchas Gracias Beatriz por tu tiempo.
A ti Luis, diles a las hermanas que admiro su trabajo.
Beatriz Carvajal
Artista