La desigualdad que vive la Infancia en el mundo Yo no creo que debamos censurar a nadie por no conocer las prioridades globales, creo que nadie tiene capacidad de ser perfectamente justo. Además, puede que existan intereses a los que yo, no llego a entender La Asociación de fabricantes de juguetes de España nos informa que los niños españoles disfrutarán de una media de 175 € en regalos en estos días de Reyes. A la par recibimos una comunicación de un centro que la Fundación Juan Bonal tiene en Nicaragua; una niña con 9 años sacada de las redes de prostitución infantil. ¿Cómo ve la desigualdad que vive la infancia en el mundo? Yo no creo que debamos censurar a nadie por no conocer las prioridades globales, creo que nadie tiene capacidad de ser perfectamente justo. Además, puede que existan intereses a los que yo, no llego a entender. La realidad es que existe un mundo paralelo a nuestra vida de confort y consumo que a la inmensa mayoria nos costaría toda una vida entender y aceptar si realmente viéramos lo que ocurre en la india o en etiopia o en determinadas zonas de centro y sur América. Hace un año, el tsunami fue un drama imprevisible que afectó el sudeste asiático. Los medios de comunicación de todo el mundo se volcaron con la noticia de este drama que arrasó más de 300.000 vidas. Cada hora mueren en los países en desarrollo 1200 niños, lo que equivale a 3 tsunamis al mes. Desde su experiencia en estrategia y comunicación ¿Porqué cree que el mundo no se vuelca en este drama previsible.? La sociedad en la que vivimos funciona a golpe de noticia, cuando la noticia vende, los medios no reparan en la utilización de espacio y recursos. Pero vende lo impresionante, no el goteo, lo hemos visto con la guerras locales, quien sabe el catalogo de guerras que en este momento se estan produciendo en el mundo, pero de repente matanza sucede una matanza, que por el drama humanitario es vendible, aparece en todos los medios y entonces todos conocemos el asunto y nos compadecemos, a los pocos días nadie se acuerda del hecho. El mundo desarrollado, hace con este drama, lo que en muchas ocasiones hacemos nosotros con alguien que esa pidiendo en la puerta de una iglesia, darle una limosna para que nos deje seguir, quien se ha parado para conocer el drama de alguien que esta sentado en la calle, lloviendo o helando. Y entiendo que la limosna es quizás el peor regalo que se les puede hacer a determinados paises, por que les impide su propio desarrollo, entiendo que en ocasiones una mejoras en el comercio, el tratamiento de pais favorecido desde el punto de vista de aranceles aduaneros etc… seria la mejor ayuda por que les permitirá desarrollarse. Usted es experto en estrategia y comunicación de empresa. Desde su visión ¿Cuáles son los retos que tiene la ONG española para que su ayuda sea más efectiva? Creo que el mayor reto de las ONG españolas, es el mismo que el de las de cualquier parte del mundo, la corrupción existente en muchos de los paises de destino. Las ONG, debe conseguir anclar resultados permanentes en el pais de destino, dejando no solo alimentos provenientes de los paises ricos, sino infraestructucturas, formación y conseguir que estas generen mas infraestructuras y formación. Usted es padrino de la Fundación Juan Bonal. ¿Qué le invitó a ser padrino? No lo se, probablemente que tengo 2 hijos y me pongo en el lugar, en que mis hijos en lugar de haber nacido aquí, rodeados de comodidades, lo hubieran hecho en un barrio marginal de Bombay o Bolivia. Qué mensaje daría a los más de 11.000 padrinos con los que comparte la ilusión de ayudar a un niño? El mensaje que les daría, es que muchos días cuando oigo las noticias, y sobre todo noticias relacionadas con el tercer mundo donde además se hace referencia a los niños, me lleno de desesperanza, suelen ser las victimas de casi todas las desgracias que ocurren, pienso a continuación en mis hijos, y pienso que no hay solución, que no hay quien pueda cambiar esto. Pero reflexionando un poco más, pienso que cada día estamos ayudando a mucha gente, que si no existiéramos cuantas niñas indias seguirían en la prostiucion o cuantos hospitales y casas de acogida no se habrían construido. No vamos a resolver todos los problemas, pero si que vamos a resolver una pequeñísima parte de ellos, eso ahora, es satisfactorio. Eduardo UbideDirector de Proyectos de Infocenter