Un sueño hecho realidad en Mugina
Hablamos con la Hermana Consolée, responsable de la Comunidad y Directora del Colegio Santa Ana de Mugina, en Ruanda.
La Fundación y las Hermanas llevamos unos años implementando en Mugina una estrategia educativa muy especial. Háblanos de cómo surge este proyecto.
Todo comenzó en 2019. Nos dimos cuenta de que entre los alumnos, muchos de ellos apadrinados por Fundación Juan Bonal, había un alto porcentaje que mostraba un nivel académico muy bajo en sus estudios. Hablamos de niños que llegaban a sexto de Primaria, por ejemplo, sin saber leer ni escribir. Esto era preocupante, así que nos pusimos en contacto con las diferentes escuelas de la zona y con las familias, para tratar de descubrir las causas del problema. Encontramos un doble motivo. En primer lugar, la masificación en las aulas: había demasiados niños por aula. En algunos de los colegios de la zona, había más de 1000 alumnos. En un aula en la que hay casi 100 niños, es imposible que el profesor pueda atender a los que tienen más dificultades. En segundo lugar, los problemas familiares tenían una gran incidencia: pobreza, padres que no se interesaban por la educación de sus hijos, conflictos familiares, niños a los que se les obligaba a trabajar venidendo caña de azúcar o recogiendo piedras preciosas... Todo esto influía muy negativamente en el progreso académico de los niños.
¿Y qué decidisteis hacer al respecto?
Comenzamos con un refuerzo escolar en mi colegio. Los niños de otros colegios venían al de Santa Ana cuando no tenían clase en los suyos, y aquí comenzaron a recibir ese refuerzo. Además, se iniciaron contactos y acciones de formación con los padres y las familias, para lograr su sensibilización e implicación para ayudar a sus hijos con su educación. Nos dimos cuenta, por otro lado, de la gran importancia de la lengua extranjera. El idioma extranjero podía ser un gran canal de unidad en Ruanda, como ocurre en otros países de África, y una herramienta muy positiva para el desarrollo de los niños: muchos no se quedarán en Ruanda, saldrán fuera, y gracias a esto podrá ir a trabajar a cualquier país. Pero los profesores no se mostraban muy bien preparados y los directores no estaban muy convencidos de los potenciales resultados de esta estrategia.
También habéis construido aulas nuevas.
Sí. Además de todo lo anterior, las Hermanas adquirieron un terreno y hemos ido construyendo aulas adicionales, con la ayuda de Fundación Juan Bonal. Hasta ahora, hemos construido 12 aulas nuevas, una biblioteca, una sala de profesores, un aula de informática y una sala de administración. Y tenemos 8 aulas más preparadas para poder comenzar a utilizarse en breve.
Estructurasteis el proyecto en varias fases. ¿Qué hicisteis en la primera?
Al comienzo, pusimos en marcha recursos de refuerzo escolar e iniciativas de formación para los padres, sobre conflictos familiares, psicología infantil... Así, la comunidad educativa empezó a entender esta estrategia educativa y hubo más motivación y colaboración entre los diferentes colegios.
¿Y en la segunda?
Proseguimos con una mayor profundización en los temas y la creación de clubes de inglés. Esto unió aún más a los alumnos y mejoraba su preparación. También proseguimos con las reuniones con las familias para que apoyasen a los alumnos en sus estudios.
Con la creación de los clubes, llegó algo nuevo...
Sí, así es. Organizamos torneos de inglés entre los colegios. Una vez al año, competían entre sí. Hasta ahora, hemos ganado nuestro colegio y otro más. Los alumnos tuvieron después muy buenas notas en los exámenes estatales Esto terminó de convencer a los directores, al ver los buenos resultados de esta estrategia, y se implicaron aún más.
En 2024 estáis implementando la tercera fase. Cuéntanos qué estáis haciendo.
Hemos organizado más formaciones con los directores, y hemos colaborado con personal muy cualificado colegios americanos de la ciudad, Kigali, que han ayudado a formar a directores y profesores para continuar con esta estrategia en los colegios. Además, hemos incorporado el francés en la competición.
¿Cómo valoras las resultados obtenidos hasta el momento?
He comprobado que los niños se lo han tomado en serio, se han motivado mucho para ganar el último torneo. El 8 de junio se celebró la final y todo fue muy bien, los alumnos están muy preparados y se ha notado una clara mejoría del nivel académico en todos los colegios. Queremos hacer otra fase para que esto no se detenga, con inglés y francés. Hace poco, un padre me decía que, viendo lo que se está haciendo, quiere sacar a su hija del colegio en el que está y traerla al Colegio Santa Ana, incluso aunque esto significase que tuviera que repetir el curso. Hay muchos testimonios como éste que muestran que la estrategia merece la pena.
¿Cuál es tu mensaje para nuestros benefactores?
Las Hermanas agradecemos muchísimo a la Fundación y, en especial, al Gobierno de Navarra por toda su ayuda y hacer posible la implementación del proyecto. Agradecemos todo el esfuerzo y las Hermanas seguiremos cuidando de esto y dando lo mejor de nosotras mismas para continuar asegurando la formación, el desarrollo y el futuro de las personas. Ver cómo está hoy la escuela, teniendo en cuenta del punto de partida en el que empezamos, es todo un sueño, gracias a Dios.
Hermana Consolée
Hermana de la Caridad de Santa Ana