Comprometida con la Fundación
1.- Fundación Juan Bonal tiene más de 14.000 niños apadrinados, gracias a diferentes benefactores. Estos niños son atendidos por 2.500 misioneras de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en aproximadamente 300 Misiones que tenemos en países más desfavorecidos ¿Qué opinas sobre el apadrinamiento?
Es una manera de rectificar ante los errores humanos que han hecho del mundo un conjunto de vivencias descompensadas. Desgraciadamente el apadrinamiento no es una ilusión, es una triste realidad que es gratificante cuando a corta distancia, y muchas veces a largo plazo, es fruto del amor mutuo y de la labor de dar sin condiciones, de enseñar sin complejos, de demostrar lo grande que puede ser la humanidad. Igual que la ayuda no es sólo una palabra, ni el socorro no debe considerarse un grito, el apadrinamiento debería ser esfuerzo de todos. No acusemos a los sistemas económicos, ni a las grandes potencias de tenernos atados de pies y manos porque la humanidad puede andar, la humanidad puede liberar cadenas y puede con su voz hacer conciencia para acortar el camino inhóspito de aquellos que por diversas razones, están atrapados en el umbral de la pobreza.
2.-Tenemos muchos niños que están en la calle, apadrinamos y son felices ¿Qué canción le cantarías y por qué?
Cantaría mi canción "NANA PARA UNA NIÑA AFRICANA". Trata de una madre que al dormir a su bella niña, intenta que sus ojos negros de intensa mirada y sin entender el por qué del mundo que le rodea le canta:
"....Cuando se acaben las guerras / y se acabe el sufrimiento / te prometo niña buena / que no habrá más dolor...”
Es un canto más de añoranza que esperanza, es un canto a lo bello que podría ser el mañana de muchos niños en el mundo.
La canción sigue: "...Y si ves un campo santo / no mires para el cielo / siembra una semilla grande / y ponte a cantar...”
Porque creo que a veces es mejor seguir adelante sin detenernos tanto en el por qué del sufrimiento. La infancia en los países más desfavorecidos está en peligro y hay que actuar rápido. Dividir tareas es lo lógico. A unos nos tocará estar más cerca o más lejos pero debemos ordenar nuestras acciones..., por ello le canto así:
"...Vive negrita linda / educa el odio con pan / siembra el amor / siembra el amor / para reconciliarte...”
3.- En el mundo mueren 100.000 personas cada día a causa del hambre. El origen está en un reparto injusto de los recursos del planeta. ¿Qué harías tú para mitigar esta situación?
Educar y sensibilizar a los jóvenes afortunados para atajar la descompensación existente en el planeta. No podemos acostumbrarnos a ver el apadrinamiento como una sola y eficaz solución. No es eficaz porque no ayuda a erradicar los problemas. El apadrinamiento suaviza, en muchos casos, la problemática pero no la erradica. Debemos evitar que sea una labor que acojan solamente entidades o instituciones como Fundación Juan Bonal. Debemos trabajar pensando en el futuro para que la pobreza disminuya. Para ello, los niños de hoy -que serán los jóvenes del mañana y el futuro del curso de la humanidad- deben tener conciencia de la situación. Claro está, siempre al nivel de sus capacidades y posibilidades para que en el seno de la familia, la escuela y el entorno social pueda sensibilizarse. No debemos conformarnos solamente con la ayuda económica de quienes hoy cooperan. La educación en ese sentido dará una lógica proyección a la vida de los jóvenes de hoy, y ayudaría a ver la problemática con una visión más sensata y crítica.
4.- Imagina esta situación. Tenemos más de 14.000 niños apadrinados. Ahora son felices, asisten al colegio, están bien alimentados y duermen en una cama. Tienes la oportunidad de hablarles ¿Qué les dirías?
Jugar, amar, estudiar y respetar para que mañana sean ustedes los encargados de que todos los niños en el futuro tengan lo que merecen.
5.- Cuéntanos un momento en el que Ludmila haya sido inmensamente feliz.
El 31 de Agosto de 2005 cuando pude saborear la bella e inolvidable sensación de ser madre. Confundir el dolor del parto con una inquietud incontrolada por ver la cara de mi niña y escuchar el llanto como la verdadera voz de la vida. Fue el día que pude darme cuenta de lo fuerte que puedo llegar a ser.
6.- ¿Qué dirías a nuestros benefactores: padrinos y a aquéllos que colaboran desinteresadamente en nuestros proyectos, sosteniendo centros nutricionales, activando programas contra el sida, o dando vitaminas a niños de África, por ejemplo?
GRACIAS por demostrar el lado solidario de la humanidad, GRACIAS por ayudar.
7.- Por último un mensaje para las Hermanas misioneras de esta Congregación y de Fundación Juan Bonal.
Ustedes son bellas, y vuestra belleza no radica sólo en la sonrisa incondicional que dedican a los más desprotegidos, ni en la paciencia para educar y enseñar un camino mejor. Considero que la belleza de ustedes radica en la entrega, en el amor a la vida y en la confianza plena en la humanidad como un legado único del amor y el respeto. Ustedes son el sol de los rincones más oscuros de la humanidad. Intentaremos no dejarlas solas en esta lucha. Alumbren que seguiremos vuestra luz y vuestro ejemplo.
Ludmila Merceron
Pianista, compositora y profesora