Patxi Mangado: Construir un proyecto desde la solidaridad
¿Cómo fueron sus orígenes en la arquitectura? Tengo entendido que usted comenzó a estudiar económicas.
Si, empecé a estudiar económicas, entre otras cosas porque me dijeron que, en esos test psicotécnicos y en esas pruebas de acceso a la Universidad que se hacían entonces, que yo nunca sería buen arquitecto, seguramente no soy buen arquitecto, pero ¡en fin! quizás aquello también me estimuló para perseverar en aquello que yo creía que me podía gustar y en lo que podía sentirme realizado y a gusto.
Como en aquel momento uno tampoco tiene una madurez extraordinaria, ante esa eventualidad y un poco también influido por el ambiente familiar decidí estudiar económicas en la Universidad de Deusto.
Acabé el primero ese año de mi promoción y luego decidí que aquello no me convencía y que realmente lo que quería era estudiar Aquitectura y que tenía que intentar estudiar Aquitectura y volví a la Escuela de Arquitectura y aquí estoy.
¿En qué proyectos está trabajando ahora?
Estoy trabajando en el palacio de congresos de Palma de Mallorca, en unas torres en París, en un centro deportivo para la Universidad de Vigo, unas bodegas muy importantes en Laguardia, esto como proyectos.
Estoy dirigiendo ya las obras del Auditorio y Palacio de Congresos de Ávila, el Centro de Investigaciones Tecnológicas en Galicia, el Museo de Arqueología en Vitoria, he comenzado ya con el auditorio de Teulada, con muchísimas cosas.
...y para llevar todo eso ¿Cuántas horas le faltan al reloj?.
La verdad es que le faltan muchísimas horas.
A veces esa cosa del tiempo que no tenemos es un poco culpa nuestra porque nos agobiamos nosotros mismos. Estoy intentando buscar un equilibrio interno para que el tiempo pase menos rápido. Si tu mismo te estresas y te agobias el tiempo pasa más rápido. Sin embargo si adquieres esa condición de aplomo: no se unde el mundo, un problema detrás de otro y valoras más el tiempo las cosas se resuelven bastante bien. El tiempo es una dimensión subjetiva y consumido muy rápidamente crea esa sensación de agobio e incapacidad para dar respuesta.
El tiempo consumido de una manera más tranquila, incluso haciendo un poquito más de oídos sordos a las alarmas que aparecen alrededor, cosa muy frecuente en las direcciones de obra: te llaman “es que esto no se puede seguir…” si, puedes seguir haciendo otras cosas.
He aprendido que disfrutar el tiempo no es una cuestión que dependa de los demás, sacar el máximo partido al tiempo no es una cuestión que esté y que dependa de los demás o de las circunstancias en los proyectos.
Depende estrictamente de ti mismo.
A ver si me lo cuenta cuando lo consiga porque estamos más de uno necesitado.
¿Cuál es su visión sobre la solidaridad en el mundo?
Mi visión es que es una obligación.
Veo en cada minuto de la vida, que vivimos con unas condiciones tan abundantes de todo, tan excesivas y luego ves por ahí la gente que no tiene nada…
Esto lo veo sobre todo cuando de repente digo … ¡qué problema tan grande tengo! y resulta que es un problema de trabajo, es un problema realmente menor y estúpido. Luego ves la gente que realmente tiene problemas y sufre y realmente es terrible.
La dimensión de esa diferencia completamente injusta que vivimos se ve sobre todo cuando nosotros nos creemos que tenemos problemas, es una estupidez. A mi me parece que la solidaridad es una obligación y no lo digo desde un punto de vista moral, sino elemental.
Me parece que la solidaridad es una obligación. La escenografía que nos presenta el mundo es tan brutal que esa solidaridad es básica.
¿Qué opinión le merece el apadrinamiento?
Es una manera más de abordar esa solidaridad. Hay muchas formas pero la del apadrinamiento es una ventaja, es una dimensión directa, en el fondo los hombres somos muy egoístas y necesitamos ver que esa solidaridad se materializa en algo. Pensar en la solidaridad en abstracto no. Creo que este sistema de apadrinamiento es muy directo, ves la persona que es receptora, te lo cuentan, te lo narran, tienes la opción especial para aplicar el cariño personalizado, individualizado en una persona. Es una manera fantástica de estimular esa solidaridad, aunque pueda parecer un poquito con premio. Yo creo que la solidaridad no tiene que tener premio, se tiene o no se tiene, pero es una forma de escenificarla. Me parece una forma muy bonita, es muy directa.
En este sentido, las Nuevas Tecnologías nos han facilitado otra fórmula. ¿Qué le parece el apadrinamiento desde internet en padrinos.org?
Me parece sensacional. Antes nos enviaban cartas y fotos, ahora para estas cosas internet es fantástico, es una manera rápida, ágil, es un buen uso de las Nuevas Tecnologías verdaderamente positivo.
Usted, que ya es padrino del proyecto ¿Qué diría a esos otros 11.000 padrinos?
Dos ideas, una continuidad, no debemos dejar que el apadrinamiento se diluya y otra confianza porque realmente lo que hacen tiene un fruto seguro.
Esto de la solidaridad es un tema que me sonroja porque tengo un cura amigo que lo dice muy bien, tienes que ayudar hasta que te duela. Como a mi nunca me duele, siempre sientes un poco de vergüenza porque crees no hacer todo lo que se puede.
Patxi Mangado
Arquitecto